Ilolay es una empresa láctea con sede en la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe, que posee cuatro plantas fabriles. Procesa 560 millones de litros de leche al año que se transforman en una completa línea de productos comercializados bajo la marca Ilolay.
Ilolay se encuentra en Rafaela, posee tres plantas distribuidas en diferentes puntos de Santa Fe, nueve centros de distribución nacionales y 24 representantes en todo el país, la empresa, que procesa nada menos que 540 millones de litros de leche al año, enfrentó desde siempre el desafío de la dispersión geográfica.
Por eso, hace una década inició el camino hacia una gestión distribuida. “Veníamos de un modelo estanco y con poca comunicación y con este cambio apuntábamos a alcanzar tres objetivos muy claros: lograr la integración para el trabajo en equipo, mejorar los costos internos e incrementar la productividad”, explica Rodolfo Galloni, gerente general de la firma.
En conversaciones con Meriti, Ilolay se aproximó por primera vez al mundo de la nube. “Cuando empezamos a evaluar el tema, cloud computing representaba todavía un signo de interrogación muy grande”, admite Galloni. Sin embargo, el fuerte sponsorship que otorgó la Direccion y la alta gerencia de Ilolay permitió un avance exitoso en el proyecto. “Tuvimos una reunión con todos los gerentes y los mandos medios durante la cual Meriti nos explicó los beneficios de la herramienta: fue una jornada decisoria para interpretar los cambios que se iban a producir no sólo en términos de la gestión interna de la compañía, sino también en la tecnología y en los modelos de negocios en general”, completó.
La herramienta elegida fue G Suite de Google y la implementación la realizó la propia Meriti. “Esperábamos un proceso de adaptación lento, considerando el importante vuelco cultural que estábamos emprendiendo, pero nos sorprendimos al ver que fue inmediata”, señala Galloni. Rápidamente, Ilolay comenzó a disfrutar de los beneficios del trabajo remoto y colaborativo. “De repente, distintas personas en diferentes lugares podían trabajar sobre un mismo documento y los ejecutivos no necesitaban trasladarse con tanta frecuencia para tomar decisiones”, enumera el gerente general.
Haber movido sus piezas a tiempo le permitió a Ilolay amortiguar el impacto del aislamiento obligatorio motivado por la COVID-19.
Rodolfo Miguel Galloni, CEO Lácteos Ilolay.
Un dato: solo en abril de 2020, plena cuarentena, se realizaron 6.418 reuniones virtuales por Google Meet. “La dinámica y la ganancia de productividad se profundizó y generamos, sin ningún inconveniente, un nuevo modelo de trabajo (home office) para afrontar con éxito la crisis actual”, explica Galloni.
Así, muchos de los viajes a Buenos Aires para reuniones de una o dos horas se convirtieron en videollamadas. “Los enormes tiempos muertos desaparecieron: hoy, a cinco minutos de terminar una reunión o de haber asistido a una conferencia podemos volver a la operación”, señala Galloni.
Rodolfo Miguel Galloni, CEO Lácteos Ilolay.